EL GOLPE DE MI VIDA
Es algo que nos suele pasar a casi todos. Vamos a clase y escuchamos muy atentamente como nuestro profesor nos explica la importancia de "pasar bola", de saber aguantar sin arriesgar más de la cuenta "madurando el punto" hasta que llega el momento de un golpe ganador. Nos damos cuenta, que no es necesariamente más efectivo hacer una bajada de pared y arriesgarla a 3mm de la cinta, a 2cm asumimos menos riesgos y el daño puede ser el mismo o más. Nos acostumbramos en la clase a "trabajar al contrario" hasta tenerlo donde queríamos y sólo entonces terminar el punto.
Fácil ¿Verdad? Eso parece y llegamos a nuestro siguiente partido con esos mensajes bien interiorizados. Comenzamos el peloteo y algunos aprovechamos ese momento para repetir interiormente "hoy voy a jugar con cabeciña". Y lo hacemos, al menos los primeros treinta segundos de partido.
A partir de ese momento, el jugador WPT que todos llevamos dentro, asume el control de nuestro cuerpo y mente, muy especialmente de nuestro brazo y es entonces cuando la queremos ajustar a la esquinita, a la verja, una dejadita que salga por la puerta o ya en momentos de excitación suprema, una dormilona que suele botar incluso en nuestro campo.
Es el momento del "GOLPE DE MI VIDA", que podríamos definir como:
- Golpe que intentamos 30 veces durante un partido y nos sale (de casualidad) una o ninguna.
Eso sí, cada una de las veces que lo fallamos nuestra cabeza nos dice que "Si entra, salgo por la puerta grande" y cuando entra nos pegamos un golpe en el pecho y un grito de "Vamossss" olvidándonos de los 29 puntos que regalamos intentándolo.
Así de dura es la vida del jugador de élite
😂.
Fácil ¿Verdad? Eso parece y llegamos a nuestro siguiente partido con esos mensajes bien interiorizados. Comenzamos el peloteo y algunos aprovechamos ese momento para repetir interiormente "hoy voy a jugar con cabeciña". Y lo hacemos, al menos los primeros treinta segundos de partido.
A partir de ese momento, el jugador WPT que todos llevamos dentro, asume el control de nuestro cuerpo y mente, muy especialmente de nuestro brazo y es entonces cuando la queremos ajustar a la esquinita, a la verja, una dejadita que salga por la puerta o ya en momentos de excitación suprema, una dormilona que suele botar incluso en nuestro campo.
Es el momento del "GOLPE DE MI VIDA", que podríamos definir como:
- Golpe que intentamos 30 veces durante un partido y nos sale (de casualidad) una o ninguna.
Eso sí, cada una de las veces que lo fallamos nuestra cabeza nos dice que "Si entra, salgo por la puerta grande" y cuando entra nos pegamos un golpe en el pecho y un grito de "Vamossss" olvidándonos de los 29 puntos que regalamos intentándolo.
Así de dura es la vida del jugador de élite
😂.
Pd: Os aseguro que en el partido que tengo mañana, aún después de escribir estas líneas, volveré a intentar esa "dormilona", ya os avisaré cuando me salga.
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